Capítulo 8

(Narra Lauren)
Me subí a la habitación de invitados junto con Harry, estaba un poco nerviosa porque iba a dormir con él, pero él parecía tranquilo. Cuando llegamos, vimos que había dos camas un poco separadas la una de la otra pero bastante cerca.
- Me pido esta cama - dijo Harry, señalando la cama de la izquierda.
- Vale, yo duermo en esta - dije señalando la de la derecha - voy al baño a cambiarme, cuando salga entras tú, o si quieres cámbiate aquí fuera - dije mientras iba hacia el baño.
- Me cambio aquí, pero no te des mucha prisa si no quieres verme sin ropa - fue su respuesta.
- Vale jaja - me reí yo, ese chico era extraordinario, me hacía reír com cada cosa que decía.
Me metí al baño mientras le vi que esbozaba una sonrisa, estaba tan mono con esos hoyuelos que se le marcaban en la cara... Mientras me cambiaba, estuve pensando en él, cuando salí, le vi que ya se había dormido. Me acerqué a él para verle mejor y ví la carita de ángel que se le quedaba mientras dormía, no pude contener un suspiro. Entonces, él abrió los ojos y me vio que estaba sentada en su cama, mirándole fijamente, me miró con cara rara, una mezcla entre sonrisa y gesto serio.
- ¿Por qué me miras tan fijamente?
- Es que estás muy mono cuando duermes.
- Gracias - sonrió - tú estás muy guapa con tu pijama.
- Gracias - me sonrojé un poco.
- Bueno, ¿no tienes sueño? Yo sí, deberíamos irnos a dormir ya - sugirió él.
- Sí, buena idea - dije mientras me metía en la cama y le lanzaba una última mirada.
Nos quedamos dormidos casi al instante, yo estaba muy cansada con todo lo que había pasado ese día y se ve que Harry también. En un momento de la noche, me entró miedo sobre la película que había visto, y decidí despertarle.
- ¿Harry? - dije mientras me acercaba a él.
- ¿Qué pasa? - se despertó en seguida con cara de sueño.
- ¿Puedo dormir contigo sólo esta vez? - pregunté yo un poco insegura.

- Has tenido una pesadilla o algo, ¿verdad? 
- Sí...
- Anda, vente - dijo mientras hacía un gesto para que yo me tumbara.
Sin decir una palabra me tumbé en la cama, como era individual, estábamos un poco apretados. Él me cogió y me abrazó, yo apoyé mi cabeza en su hombro mientras él me acariciaba suavemente, me quedé dormida en seguida.
Me desperté a las ocho de la mañana, entraba mucha luz por la ventana y eso me molestaba un poco. Intenté mover el brazo para bajar un poco la persiana y que Harry no se despertase, pero no pude moverme porque estaba atrapada entre sus brazos. Oí voces en el pasillo, eran Sam y Zayn que ya se habían despertado y nos decían que bajáramos a desayunar, así que decidí despertar a Harry para vestirnos y bajar.
- Harry... Despierta Harry... - dije yo en voz baja mientras le movía.
- Hmm... - fue su respuesta.
- ¡Venga Harry despierta! - le dije esta vez más fuerte. Esta vez abrió sus ojos verdes y me miró con cara de sueño.
- Ains... ¿Qué quieres? - dijo él.
- Venga, despierta, tenemos que bajar a desayunar - le dije yo.
- Jo... Con lo bien que estaba yo durmiendo - dijo mientras se daba la vuelta y se ponía de espaldas a mí.
- Vale, pues yo me voy a vestir y voy a bajar, cuando tú quieras, bajas - dije haciendo como que me enfadaba y entrando en el baño para cambiarme.
Empecé a cambiarme, esperando que él también se cambiara, no quería que se enfadara. Cuando estaba a medio cambiarme oí su voz al otro lado de la puerta.

- Lauren... ¿Estás enfadada? - preguntó.
- Puede. - dije yo con voz seria mientras me aguantaba la risa y terminaba de cambiarme.
- No te enfades... Ya me he cambiado, te espero para bajar, perdóname... - vale, a lo mejor me había pasado un poco, iba a arreglarlo.
Abrí la puerta para decirle que era una broma, que no estaba enfadada, y le vi apoyado contra la pared, cuando me vio, me miró con gesto suplicante para que le perdonara.
- Venga tonto, si era una broma, no me he enfadado - le dije mientras le daba un abrazo para solucionarlo.
- Menos mal, me habías asustado, ¿y si ahora me enfado yo? ¿eh? - dijo con tono entre enfadado y aliviado.
- No, no te enfades - dije mientras le daba un beso en la mejilla - ¿esto lo compensa?
- Claro - sonrió - ahora bajemos a desayunar, nos estarán esperando.
- ¡Vale! - dije yo mientras bajábamos.

(Narra Emily)
Liam y yo subimos a la habitación del hermano de Sophia y, cuando entramos, nos llevamos una sorpresa, su hermano sólo tenía una cama y tendríamos que dormir los dos en la misma cama. La idea no me disgustaba del todo, pero iba a ser un poco vergonzoso dormir con un chico en la misma cama, y se ve que Liam pensó lo mismo que yo.
- Vaya, tendremos que dormir los dos en la misma cama - dijo un poco serio.
- Sí, a Sophia se le olvidaría decirnos que la habitación de su hermano mayor sólo tiene una cama - dije yo.
- Ah, ¿la de su otro hermano tiene dos camas? - preguntó él.
- Sí, una debajo de la otra - contesté yo - bueno, voy a cambiarme, así que salte afuera y ahora entras y te cambias tú, ya que aquí no hay baño, ¿vale?
- Vale, avísame cuando termines, y date prisa, por favor - dijo él mientras salía por la puerta.
En cuanto salió, empecé a ponerme el pijama, cuando acabé, abrí la puerta un poco y le avisé para que se cambiase mientras yo me esperaba fuera. Un momento después salió y me dijo que entrara. Me tumbé en la cama, en el lado de la pared y noté como él se tumbaba de espaldas a mí, me quedé dormida enseguida.
Cuando desperté, estaba tumbada de cara a él, y él tumbado de cara a mí, nuestras caras casi se estaban tocando, y él seguía durmiendo. 
- Qué mono estás cuando duermes - pensé en voz baja.
- Buenos días - dijo mientras abría los ojos y me miraba con una sonrisa preciosa - ¿estoy mono cuando duermo?
- Sí... - dije mientras me sonrojaba.
- Gracias, tú también estás muy mona cuando duermes - dijo él mientras se sonrojaba un poco - ¿tuviste anoche pesadillas? Te movías mucho, estuve a punto de despertarte, pero entonces te calmaste y me volví a dormir.
- Sí, tuve pesadillas - dije yo - menos mal que no me despertaste, porque yo me cabreo si me despiertan por la noche.
- ¿En serio? ¿Y qué me harías si te despertase? - preguntó él.
- Pues... Te pegaría - le dije con una sonrisa malvada.
- ¡Eso si me alcanzas! - dijo mientras salía corriendo por toda la habitación.
Estuve intentando cogerle un buen rato, pero él era más rápido que yo y no conseguía pillarle. Al final, me tumbé en la cama, exhausta, y él se tumbó a mi lado.
- ¿Qué hora es? - pregunté.
- Sobre las ocho - dijo mientras miraba su móvil.
- Ah, gracias, es que dentro de poco se despertarán los demás y nos harán bajar a desayunar todos juntos, lo decía por vestirnos.
- Vale, pero aún tenemos tiempo, hasta que nos llamen, vamos a quedarnos un rato así - propuso él.
- Vale - me puse las manos bajo la cabeza y me quedé contemplando el techo, él hizo lo mismo y nos quedamos los dos callados, pero no era un silencio incómodo.
- Bueno, ¿y si nos vamos vistiendo ya? - propuse después de un rato.
- Vale, pero no voy a salir al pasillo así mientras tú te cambias, no quiero que me vean los demás así - dijo Liam, iba con unos pantalones por la rodilla y una camiseta vieja.
- Bueno, pues te das la vuelta, yo me cambio y luego cuando te cambies tú, yo me doy la vuelta - propuse yo, él asintió con un movimiento de la cabeza y se dio la vuelta. 
Me cambié deprisa para que no viera nada, aunque mirase a escondidas, cuando acabé le avisé y él me dijo que me diera la vuelta y que cerrara los ojos, yo protesté un poco, pero al final lo hice. Un ratito después, me avisó, y yo abrí los ojos y me di la vuelta, llevaba unos vaqueros con una camiseta blanca, estaba muy guapo.
- ¿Bajamos? - pregunté.
- Como usted diga, señorita - dijo, actuando como un caballero.
Yo me reí y bajamos los dos a desayunar, por fuera se oían las voces de Zayn y Sam.
- Lo de esta tarde sigue en pie, ¿no? - pregunté yo mientras bajábamos.
- Claro, luego después de comer nos iremos y a las cinco y media te recojo en tu casa o aquí, donde quieras - respondió él mientras se paraba en medio de las escaleras y me miraba fijamente.
- Vale, yo también me iré después de comer, luego te digo mi dirección y me recoges en mi casa - le contesté yo mientras me perdía en sus fantásticos ojos.
- Vale - respondió mientras seguíamos bajando.